Desde hace un tiempo vengo oyendo hablar, casi como un eco constante, de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Al principio parecía un tema lejano, algo que solo afectaba a las grandes ciudades o a quienes vivían justo en el centro. Pero ahora que estamos más cerca de 2026, el panorama cambia y se vuelve mucho más real, especialmente si tu coche o tu preciada furgo llevan la etiqueta amarilla de la DGT (la famosa B).
Y claro, es inevitable preguntarse: ¿me dejarán circular? ¿Podré aparcar donde antes dormía sin problemas? ¿Y si mi vehículo vivienda está homologado? Tranquilo, que aquí te lo explico todo con calma y sin tecnicismos raros.
Un poco de contexto para situarnos
En 2023, España estableció la obligación de que todos los municipios de más de 50.000 habitantes contaran con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). En la práctica, estas zonas buscan reducir la contaminación atmosférica limitando el acceso de los vehículos más antiguos y contaminantes.
Las pegatinas ambientales de la DGT —esa colección de colorines que ya todos tenemos pegadas en el parabrisas— se convierten en la herramienta principal para controlar quién puede entrar y quién no. Hasta ahora, muchas ciudades han aplicado las restricciones de forma progresiva, con vigilancia “suave” y periodos de adaptación. Pero eso se acaba pronto.
Lo que cambia en 2026: se aprietan las tuercas
A partir de 2026, las restricciones serán mucho más severas para los vehículos con etiqueta B, es decir:
- Gasolina matriculados a partir del 1 de enero de 2001 y hasta los Euro 4 (antes de 2006 aproximadamente).
- Diésel matriculados a partir del 1 de enero de 2006 y hasta los Euro 4–5 (previos a 2014 según modelo).
Hasta ahora, en muchas ciudades los coches con etiqueta B todavía podían circular por la ZBE o aparcar en ciertas zonas si eran residentes o pagaban algún tipo de tarifa especial. Pero en 2026 eso empieza a desaparecer.
En algunas ciudades, como Madrid o Barcelona, el calendario ya está marcado con tinta roja:
- En Madrid, desde enero de 2025 los vehículos B no podrán acceder ni a la M-30 ni al interior de ella si no están empadronados.
- En 2026, la restricción se extiende a todo el municipio.
- En Barcelona, el Área Metropolitana aplicará un modelo similar, con excepciones solo para vehículos profesionales o casos muy concretos.
“Vale, pero… ¿y mi vehículo vivienda?”
Aquí llegamos al punto que más dudas genera, sobre todo entre quienes disfrutamos de la vida camper o del turismo itinerante. Las furgonetas, campers y autocaravanas muchas veces entran en categorías “mixtas” para la DGT: unas están homologadas como vehículo vivienda, otras como furgón N1, y otras directamente… vaya uno a saber.
Si tu vehículo está homologado como vivienda
Afecta del mismo modo que a un turismo con la misma etiqueta ambiental. Es decir, si es B, verás restricciones para circular y aparcar dentro de las ZBE. Algunas ciudades pueden permitir estacionar en parkings específicos o áreas designadas, pero cada Ayuntamiento manda.
Si tu vehículo no está homologado
En ese caso, las cosas se complican un poco más, porque muchas de estas furgonetas figuran en Tráfico como “vehículo comercial” o “mixto adaptable”. ¿El problema? Que la normativa suele ser más estricta con los vehículos industriales. En muchos municipios, las limitaciones para entrar en la ZBE son mayores, incluso para el simple hecho de estacionar.
Así que si tienes la típica Transporter o Trafic vieja pero mimada, y no la has homologado como vivienda… prepárate para mirar bien por dónde puedes moverte.
Las preguntas más comunes (y dolorosas)
¿Puede aparcar un coche con etiqueta B dentro de una ZBE?
Dependerá del municipio y de si eres o no residente. En Madrid, por ejemplo, en 2026 ni siquiera los residentes podrán circular con un coche B registrado fuera de la capital. La posibilidad de aparcar también desaparecerá en prácticamente toda la ciudad.
¿Y una furgoneta sin homologar con etiqueta B?
Lo más probable es que no pueda entrar ni estacionar dentro de la zona, salvo en supuestos muy concretos —por ejemplo, por trabajo o mudanza acreditada—.
¿Y una camper homologada con etiqueta B?
Podrás circular únicamente si la ciudad lo permite expresamente y, en algunos casos, para aparcar tendrás que hacerlo fuera del perímetro de la ZBE. Muchos campings o parkings periféricos ofrecerán alternativas.
¿Puedo pasar por una ZBE sin detenerme?
En algunas ciudades sí, siempre que la travesía esté señalada y se considere un recorrido de paso sin parada. Pero cuidado: las cámaras de control pueden multar si detectan que te detienes.
Qué dicen las autoridades
La razón oficial es clara: reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire urbano. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, los vehículos con etiqueta B emiten hasta un 30-40% más de dióxido de nitrógeno (NO₂) que los de etiqueta C.
Nadie duda de la importancia de respirar un aire más limpio, pero el debate está en cómo se hace la transición: ¿es justo penalizar tan rápido a quienes aún dependen de sus vehículos antiguos, especialmente si no hay alternativas económicas reales?
Los ayuntamientos argumentan que en paralelo se están mejorando los transportes públicos y los incentivos a la movilidad eléctrica, junto con ayudas (habitualmente modestas) para renovar vehículos. Pero la sensación entre muchos conductores es de incertidumbre y desconcierto.
Opciones para adaptarte y sobrevivir en 2026
Vale, ya entendido el panorama. Entonces… ¿qué puedo hacer? Aquí van varias opciones realistas según tu situación:
1. Revisar la homologación del vehículo
Si tu furgo aún no está homologada como vivienda, homológala cuanto antes. No elimina todas las restricciones, pero te da la posibilidad de acceder a excepciones y permisos especiales, sobre todo si tu uso es ocasional o turístico.
2. Consultar los calendarios municipales
Cada Ayuntamiento tiene su propio ritmo. Algunos aplican restricciones totales en 2026, otros de forma gradual. Entra en la web de tu municipio o de la DGT y busca el apartado de Zonas de Bajas Emisiones. Ahí verás mapas, fechas y sanciones.
3. Buscar áreas de estacionamiento fuera de la ZBE
Una alternativa práctica es aparcar en zonas limítrofes a la ZBE y desplazarte en transporte público o bici eléctrica hasta tu destino. Muchas ciudades ya están preparadas para eso, con parkings disuasorios o “Zonas de transición”.
4. Solicitar permisos temporales o de acceso ocasional
Algunas ciudades como Barcelona ofrecen permisos anuales limitados para entrar con vehículo B, especialmente para casos puntuales (mudanza, viaje sanitario, turismo). Vale la pena informarse antes de tirar la toalla.
5. Actualizar tu vehículo (si puedes)
No hace falta dar el salto directo al eléctrico si el presupuesto no lo permite. Hay opciones intermedias como los híbridos enchufables, microhíbridos o gas (GLP/GNC) que ya cuentan con etiqueta ECO.
6. Transformar tu furgo a GLP
Algunos talleres ofrecen la conversión de motores gasolina a GLP (gas licuado de petróleo). Con eso, puedes solicitar una nueva etiqueta ECO y seguir circulando sin problema por las ZBE. No es barato, pero mucho más económico que cambiar de vehículo.
7. Apostar por el turismo rural o zonas “libres de ZBE”
Si eres de los que viaja en camper para desconectar, aprovecha el nuevo mapa: hay muchos pueblos y comarcas fuera de las áreas restringidas que están potenciando el turismo itinerante. Menos multitudes, más naturaleza… y ni un radar ambiental a la vista.
Lo que viene después de 2026
No parece que esto vaya a detenerse. Las ZBE se extenderán a municipios más pequeños y las etiquetas C acabarán en el punto de mira dentro de unos años. La tendencia europea es clara: ciudades cada vez más limpias y con menos coches.
Así que, más que resistirse, toca adaptarse con inteligencia. No todos podremos cambiar de vehículo inmediatamente, pero sí organizarnos mejor y evitar disgustos (y sanciones).
En resumen
- 2026 marca un punto de inflexión: los vehículos con etiqueta B quedarán fuera de muchas ZBE.
- Los vehículos vivienda también se verán afectados, aunque con matices según homologación y ciudad.
- Planificar, homologar y buscar alternativas será clave para seguir disfrutando de la carretera.
- Y por encima de todo, no perder el espíritu viajero: siempre hay rutas nuevas donde ni las normas ni las etiquetas son un problema.
Así que, si tu furgo ya tiene sus años pero aún te lleva a los rincones más bonitos, cuídala, adáptate y sigue rodando. El camino cambia, pero las ganas de viajar no tienen etiqueta. 🚐💚